En dos largos mensajes escritos de principio a fin en letras mayúsculas, que en el código de las redes sociales equivalen a gritar, Trump ha dicho que no tiene nada más que decir sobre el caso por fraude que se sigue contra él y sus empresas en Nueva York. En un giro de último minuto, el expresidente de Estados Unidos rechaza declarar en el juicio, como había anunciado que haría este sábado. “NO TESTIFICARÉ EL LUNES”, dice al final de uno de sus mensajes escritos en Truth, su red social, y publicados la tarde del domingo.
Se esperaba que el expresidente compareciese este lunes como testigo principal de la defensa. Ya declaró el pasado 6 de noviembre a instancias de la acusación y se mostró Trump se mostró desafiante y combativo. El juez tuvo que llamarle la atención reiteradas veces y advertirle de que no se hallaba en un mitin político. Para este lunes pensaba subir al estrado para defender a preguntas de su abogado la limpieza de sus negocios, pero eso le exponía también a someterse al fuego de la Fiscalía. “YA HE TESTIFICADO TODO Y NO TENGO NADA MÁS QUE DECIR”, ha escrito también en otro fragmento de su mensaje.
El expresidente argumenta que ha cambiado de opinión porque los expertos convocados por la defensa ya han dado un testimonio tan “FUERTE E IRREFUTABLE” que hace innecesario añadir nada más. Trump insiste en sus tesis de que el juicio es una caza de brujas y una interferencia electoral para favorecer en las elecciones presidenciales del año próximo a Joe Biden, aunque como siempre, sin aportar prueba alguna al respecto.
En cambio, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, sostiene que las declaraciones de los propios testigos de la defensa favorecen a la acusación, según explicó el viernes en un vídeo en la red social X. Según James, uno de los expertos “admitió que las valoraciones de algunas de las propiedades en la declaración de la situación financiera de Donald Trump no eran ni ‘adecuadas’, ni ‘razonables”.
Otro experto es miembro del club Mar-a-Lago de Trump y dijo que este le pidió personalmente que le “ayudara” en el caso cuando se lo encontró en el club, “con un asunto en Nueva York”. “Ese asunto era nuestra demanda”, explica James sonriente. La fiscal añade en su vídeo que otro experto de Trump es un profesor de contabilidad cuyos honorarios son pagados por Save America, el comité de acción política de Trump, y que el profesor testificó que el valor del “tríplex” de Trump estaba inflado, dijo James, añadiendo: “En eso podemos estar de acuerdo”. “También tenía mucho que decir sobre las declaraciones de la situación financiera de Donald Trump, a pesar de que no ha preparado un estado financiero desde la década de 1980″, dijo sobre el tercer testigo. “Donald Trump puede seguir intentando distraer la atención de la realidad. Puede seguir insultándome. Pero como ha dicho hoy el juez, la norma es la verdad. Y la verdad está de nuestro lado”, acaba su vídeo.
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En el juicio se ha acusado a las empresas de Trump de inflar las valoraciones de algunos de sus activos para lograr financiación más ventajosa de los bancos. En sus mensajes de Truth Social de este domingo, Trump sube la puja y asegura que su mansión de Mar-a-Lago vale entre 900 y 1.800 millones de dólares, una cifra bastante disparatada.
El juez Arthur Engoron, encargado del caso, ya dictaminó en septiembre, antes de empezar el juicio, que Trump y otros acusados habían cometido fraude. Ordenó que un administrador judicial tomara el control de algunas propiedades del expresidente, pero un tribunal de apelaciones ha suspendido esa decisión. El juez está estudiando ahora otras seis acusaciones, entre ellas de conspiración y fraude de seguros. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, solicita multas de más de 300 millones de dólares y quiere que se prohíba a Trump hacer negocios en Nueva York.
Trump iba a ser el último testigo de la defensa. Ahora solo falta que termine su declaración Eli Bartov, profesor de contabilidad de la Universidad de Nueva York. Luego seguirán varios testigos de refutación citados por la fiscalía, antes de que ambas partes presenten sus alegatos finales y el juicio quede visto para sentencia.
A la espera de los casos penales
Se trata de un caso civil donde Trump está expuesto a multas y sanciones. El expresidente está imputado en cuatro casos penales por un total de 91 delitos. Uno de los casos es también en Nueva York, el de su primera imputación, por las falsedades mercantiles en los pagos para ocultar escándalos que temía que arruinasen su campaña de las presidenciales de 2016 (uno de ellos a la actriz porno Stormy Daniels, para silenciar una supuesta aventura extramatrimonial). Este está programado ante un tribunal del Estado de Nueva York, durante cinco semanas a partir del 25 de marzo de 2024.
Antes, en teoría, la jueza federal Tanya Chutkan fijó para el 4 de marzo el comienzo del juicio de Washington por el intento de alterar los resultados de las elecciones de 2020, es muy posible que se retrase. Trump ha alegado inmunidad presidencial con el argumento de que estaba ejerciendo las funciones propias de su cargo y aunque la jueza ha rechazado su petición de archivar el caso, sus abogados han recurrido y han advertido de que el caso debe paralizarse mientras esa cuestión previa se resuelve.
“La presentación de la notificación de apelación del presidente Trump ha privado a este Tribunal de jurisdicción sobre este caso en su totalidad a la espera de la resolución de la apelación”, escribieron los abogados de Trump en un documento registrado en el juzgado. “Por lo tanto, una suspensión de todos los procedimientos posteriores es obligatoria y automática”, alegaron. El fiscal especial Jack Smith, sin embargo, rechaza esa interpretación. En un escrito presentado este domingo señala que la instrucción del caso debe continuar en paralelo mientras se resuelve la apelación y que se debe mantener la fecha del juicio.
Luego llegaría el caso penal por delitos contra la ley de espionaje y obstrucción a la justicia por retener en su poder de manera ilícita material clasificado tras su marcha de la Casa Blanca. La jueza del Distrito Sur de Florida ha programado un juicio de cinco semanas desde el 20 de mayo de 2024, aunque también es probable que se retrase. Está pendiente de fecha el juicio en Georgia por el intento de robo electoral en ese estado, el caso que inmortalizó la foto de la ficha policial de Trump.
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