El diseñador de microprocesadores Arm se ha disparado en Bolsa hasta un 64% en la apertura de la sesión de este jueves en Bolsa. Los inversores celebran que la compañía elevase este miércoles tras el cierre del mercado sus previsiones de resultados al calor de la demanda de microprocesadores por el auge de la inteligencia artificial. Las acciones de la compañía, que salió a Bolsa a un precio de 51 dólares por acción, han marcado un máximo de 126,58 dólares por acción con el que se habían revalorizado en torno a un 148% en algo menos de cinco meses. La empresa controlada por Softbank tiene ya una valoración de unos 130.000 millones de dólares (unos 120.000 millones de euros) en Bolsa.
Las acciones llegaron a dispararse el miércoles más de un 40% fuera del horario habitual de la sesión. Con la apertura de la sesión del Nasdaq la ganancia empezó siendo algo más moderada, pero luego las acciones se han disparado. Las acciones del grupo japonés Softbank, que controla aún el 90% del capital, se han disparado un 11% este jueves gracias a la revalorización de la filial que colocó en el mercado en la mayor salida a Bolsa en dos años.
La compañía logró ingresos de 824 millones de dólares en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal, un 14% más que el año anterior, según comunicó el miércoles a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC). Los ingresos por derechos crecieron un 11%, hasta un récord de 470 millones de dólares, impulsados por la recuperación de la industria de semiconductores y de los chips más avanzados. La facturación por licencias creció un 18%, hasta 354 millones de dólares, cifras mucho mejores de lo esperado, por la fuerte demanda de capacidad de computación derivada del auge de la inversión en inteligencia artificial.
Esas son las palabras mágicas para los inversores: inteligencia artificial. La nueva tecnología es la que ha permitido a Arm elevar sus previsiones de ingresos del conjunto del ejercicio (que, en su caso, se cierra en marzo) desde el rango de 2.960-3.080 millones de dólares al de 3.155-3.205 millones. Al tiempo, además, recorta la previsión de gastos operativos de unos 1.765 a unos 1.700 millones. Gracias a ello, la previsión de beneficio por acción pasa de 1,00-1,10 dólares a 1,20-1,24, lo que supone un incremento del 16% en el punto medio del rango. La mejora de las previsiones para el conjunto del ejercicio es consistente con otra mejora de las estimaciones del cuarto trimestre del ejercicio fiscal, el actual, en el que la empresa espera un beneficio por acción de 28 a 32 centavos de dólar, por encima del rango anterior de 21 a 28 centavos.
“Nos sentimos muy, muy fuertemente posicionados para el crecimiento”, explicó el consejero delegado de la compañía, Rene Haas, en una conferencia con analistas en la que las siglas de la inteligencia artificial se pronunciaron una treintena de veces. “Arm ha logrado otro trimestre de ingresos récord impulsado por la adopción continuada de la plataforma informática más omnipresente del mundo”, declaró. “La ola de IA impulsó el crecimiento de las licencias, ya que estos nuevos dispositivos requieren la plataforma de computación de Arm, de rendimiento y eficiencia energética”, añadió.
“Cada vez se utiliza más la tecnología Arm en los chips. Y a medida que aumenta la cantidad de tecnología Arm en los chips, también lo hace la tasa de derechos. Alrededor del 35% del total de los ingresos por derechos de Arm proceden de los teléfonos inteligentes, por lo que nos hemos beneficiado de la recuperación del mercado de los teléfonos inteligentes. Pero con un 65% procedente de mercados más allá del móvil, estamos viendo más crecimiento de los ingresos por ganancias de cuota y crecimiento de la cuota de mercado fuera del móvil”, explicó en la misma conferencia el director financiero, Jason Child.
Haas y Child explicaron que los clientes están adoptando una nueva versión de su tecnología llamada V9, que conlleva el doble de derechos de uso que sus predecesoras. También están utilizando más núcleos de computación Arm los nuevos chips de servidor de Microsoft. La compañía también está ganando cuota en otros sectores. “Estamos viendo un aumento de la cuota de mercado de nuestros productos en general, en particular en torno a la automoción y la infraestructura de centros de datos”, dijo Haas, que también despejó una preocupación geográfica: “En China, el crecimiento es muy bueno”, aseguró.
Los diseños de los microprocesadores de Arm son utilizados por las grandes compañías del sector para producir chips. Apple, Intel, AMD, Nvidia o Qualcomm, entre otras, aprovechan los diseños de la tecnológica británica para desarrollar sus productos. Los procesadores (CPU) de Arm ejecutan la inmensa mayoría del software mundial, incluidos los sistemas operativos y las aplicaciones para teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores personales, centros de datos y equipos de redes, y vehículos, así como los sistemas operativos integrados en dispositivos como relojes digitales, termostatos, drones y robótica industrial. Arm diseña chips a medida e ingresa un porcentaje en concepto de propiedad intelectual.
La empresa se está moviendo hacia segmentos que todavía están en auge, como la computación en la nube y los coches inteligentes. Ha empezado a ofrecer llevar directamente los diseños a la fase de fabricación, un sistema enfocado a clientes menos especializados, como firmas de computación en la nube.
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